Tercer Domingo después de Epifanía

Publicado por: Servus Cordis Iesu

Introito

Adorad a Dios todos Sus Ángeles. Lo oyó y se alegró Sión: y se gozaron las hijas de Judá. Salmo: El Señor reinó, regocíjese la tierra: alégrense todas las Islas.

Oración

Omnipotente y sempiterno Dios, mira propicio nuestra flaqueza: y extiende, para protegernos, la diestra de Tu Majestad.

Epístola

Lección de la Epístola del Apóstol San Pablo a los Romanos (XII, 16-21)

Hermanos: No os tengáis vosotros mismos por sabios: no devolváis a nadie mal por mal; haced el bien, no sólo ante Dios, sino también ante los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, tened paz con todos los hombres; no os defendáis a vosotros mismos, carísimos, sino dad lugar a que pase la ira. Porque escrito está: Mía es la venganza; Yo pagaré, dice el Señor. Así que, si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Porque obrando así, amontonarás sobre su cabeza carbones de fuego. No te dejes vencer por el mal, sino vence el mal con el bien.

El Salvador vino a hacer paz entre el cielo y la tierra; deben, por tanto, los hombres vivir en paz unos con otros. Si nos recomienda el Señor, no dejarnos vencer por el mal, sino vencer el mal con el bien es porque Él mismo lo practicó descendiendo hasta los hijos de ira para hacer hijos de adopción, por medio de sus humillaciones y sufrimientos.

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