Junto a la Virgen hacia el Calvario

Publicado por: Servus Cordis Iesu

Cuarenta días después del nacimiento de Jesús la Bienaventurada Virgen presentó a su Hijo en el templo. Un anciano aguardaba al Niño y le proclama “la luz de los pueblos y gloria de Israel”. Mas volviéndose pronto hacia su madre, le dijo: “Este niño será también piedra de escándalo (signo de contradicción) y una espada traspasará tu alma”. Este anuncio de dolores para la madre de Jesús nos hace comprender, que ya han cesado las alegrías del tiempo de Navidad, y que ha llegado un tiempo de amarguras para el hijo y para la madre. En efecto, desde la huida de Egipto hasta estos días en que la maldad de los judíos prepara el mayor de los crímenes, ¿cuál ha sido la situación del hijo humillado, desconocido, perseguido, cubierto de ingratitudes? ¿Cuál ha sido, por consiguiente, la continua inquietud, la angustia persistente del corazón de la más tierna de las madres? Mas hoy previendo el curso de los acontecimientos pasemos adelante, y coloquémonos en la mañana del Viernes Santo.

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