Publicado por: Servus Cordis Iesu
Reposar, para el hombre, no es únicamente distender muellemente los miembros desocupados y abandonarse a un sueño restaurador. El reposo humano lleva consigo sanas distracciones, y de ordinario también algunas lecturas. Y como actualmente casi no hay familia donde no entre el libro, el opúsculo, el diario, y durante los ocios de las vacaciones las ocasiones de lectura se multiplican, queremos hoy dirigiros alguna breve exhortación sobre este tema.
El primer hombre que deseoso de comunicar su pensamiento a otros hombres en una forma más duradera que el sonido fugaz de las palabras, grabó acaso con un tosco sílex, en la pared de una caverna, signos convencionales cuya interpretación determinó y explicó, inventó al mismo tiempo la escritura y el arte de la lectura.
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