Publicado por: Servus Cordis Iesu
A vosotros, recién casados, a las palabras de saludo y bendición nos es grato añadir una palabra de exhortación que nos sugieren las circunstancias de esta audiencia que precede en un día a la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús.
La devoción al Sacratísimo Corazón del Redentor del mundo, que en estos últimos tiempos se ha difundido tan admirablemente por toda la Iglesia en las más elevadas y varias manifestaciones, ha sido establecida y querida por el mismo Salvador divino, al solicitar y sugerir Él mismo los obsequios con que deseaba fuese honrado su Corazón adorable.
Jesús determinó el fin de esta querida devoción, cuando en la más célebre de las apariciones a Santa Margarita María Alacoque prorrumpió en aquellas doloridas palabras: “He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres y de tantos beneficios les ha colmado, que no ha rehusado nada hasta agotarse y consumarse por testimoniarles su amor: y en cambio no recibe de la mayor parte de ellos sino ingratitudes”.
Sigue leyendo