San Lucas Evangelista, uno de los cuatro evangelistas, es el autor del tercer Evangelio y de los Hechos de los Apóstoles. Aunque no fue testigo ocular de la vida de Cristo, su obra ha sido de vital importancia en la tradición cristiana.

Origen y primeros años
San Lucas era de origen pagano, nacido en Antioquía de Siria, probablemente en una familia griega. Esto lo distingue de los otros evangelistas, quienes eran de origen judío. Según la tradición, era médico de profesión, lo cual parece confirmarse por el uso de términos médicos precisos en sus escritos. Su formación cultural y educativa también es evidente en su estilo literario, que destaca por ser el más refinado y elocuente de los Evangelios.
Conversión y discipulado
No se sabe exactamente cuándo ni cómo se convirtió al cristianismo, pero la tradición sostiene que se unió a San Pablo en uno de sus viajes misioneros. Se cree que fue bautizado en Troas, cuando conoció a San Pablo. Desde entonces, se convirtió en uno de los más fieles compañeros del apóstol de los gentiles.
San Lucas aparece por primera vez en los escritos neotestamentarios en el libro de los Hechos de los Apóstoles, escrito por él mismo, donde utiliza el pronombre “nosotros”, lo que sugiere su participación directa en los eventos narrados. Estuvo al lado de San Pablo en muchos de sus viajes misioneros, y fue una fuente de gran consuelo para el apóstol, especialmente durante su encarcelamiento en Roma, ya que, según la segunda epístola a Timoteo, San Pablo menciona que “sólo Lucas está conmigo” (2 Timoteo 4, 11).
Autoría del Evangelio
San Lucas escribió su Evangelio dirigido a un público principalmente gentil, lo que se refleja en la manera en que destaca la universalidad de la salvación y la misericordia de Dios. A menudo se le asocia con una mayor sensibilidad hacia los marginados y los pobres, lo que se puede observar en sus numerosas parábolas sobre la compasión, como la del Buen Samaritano y el Hijo Pródigo. También es el evangelista que más trata sobre la infancia de Jesús, lo que indica que tuvo contacto cercano con la Virgen María, de quien habría obtenido detalles sobre los primeros años del Salvador.
Hechos de los Apóstoles
El segundo libro atribuido a San Lucas, Los Hechos de los Apóstoles, continúa donde el Evangelio deja la historia, narrando el nacimiento de la Iglesia y las primeras misiones apostólicas. Este libro es una crónica esencial de los primeros años del cristianismo y del papel crucial de San Pablo, mostrando cómo el Evangelio se extendió desde Jerusalén hasta los confines del Imperio Romano.
Características del Evangelio de San Lucas
El Evangelio de San Lucas se distingue por su enfoque en la misericordia, la oración y la acción del Espíritu Santo. San Lucas es también el único evangelista que menciona episodios significativos como el anuncio a los pastores durante el nacimiento de Jesús y la parábola del rico y Lázaro. Además, destaca el papel de las mujeres y los pobres en la historia de la salvación.
Tradición posterior
Después de la muerte de San Pablo, la tradición no proporciona detalles claros sobre los últimos años de la vida de San Lucas. Algunas fuentes indican que pudo haber predicado en Grecia o en Bitinia, y se cree que murió como mártir a la edad de 84 años en Beocia. Sin embargo, esta última afirmación no es universalmente aceptada.
Iconografía
San Lucas es representado en el arte cristiano con el símbolo del toro o buey, uno de los cuatro seres vivientes que rodean el trono de Dios en la visión de Ezequiel (Ezequiel 1,10) y que también aparecen en el Apocalipsis de San Juan. El toro, un animal utilizado en sacrificios, simboliza el sacrificio de Cristo, que es un tema central en el Evangelio de San Lucas.
Además, se le atribuye la creación de varias imágenes de la Virgen María. Esta tradición probablemente se originó debido a la riqueza de detalles sobre María que contiene su Evangelio.
Fiesta litúrgica
La fiesta de San Lucas Evangelista se celebra el 18 de octubre en la Iglesia católica. Es venerado como el patrón de los médicos, pintores y artistas.
San Lucas nos dejó un legado inestimable con su Evangelio y los Hechos de los Apóstoles, proporcionándonos una visión compasiva y profunda del ministerio de Cristo y del desarrollo de la Iglesia primitiva.