El Apostolado

Fragmento:

“El cristiano debe ser como la luz del mundo, que ilumina a todos con su ejemplo y su palabra. No basta con vivir la fe en lo íntimo del corazón, sino que es necesario dar testimonio de Cristo en todas nuestras acciones y palabras.”

— San Francisco Javier, Cartas a los misioneros, 1545.

Reflexión:

El apostolado es la expresión del amor a Cristo que se desborda hacia los demás. Cada uno de nosotros está llamado a ser testigo de la fe en medio de nuestras ocupaciones y responsabilidades cotidianas. No se trata solo de predicar con palabras, sino de ser un ejemplo de vida cristiana que inspire a otros a buscar a Dios. Hoy, pidamos la gracia de ser auténticos apóstoles en nuestra vida diaria, llevando a Cristo a quienes nos rodean.

Novena por las benditas almas del Purgatorio – Día octavo

ORACIÓN INICIAL PARA TODOS LOS DÍAS

Padre celestial, Padre amorosísimo, que para salvar las Almas quisiste que tu Hijo unigénito, tomando carne humana en las entrañas de una Virgen purísima, se sujetase a la vida más pobre y mortificada, y derramase su Sangre en la cruz por nuestro amor: Compadécete, de las benditas almas del Purgatorio y líbralas de sus horrorosas llamas. Compadécete también de la mía, y líbrala de la esclavitud del vicio.

Y si tu Justicia divina pide satisfacción por las culpas cometidas, yo te ofrezco todas las obras buenas que haga en este Novenario. De ningún valor son, es verdad; pero yo las uno con los méritos infinitos de tu Hijo divino, con los dolores de su Madre santísima, y con las virtudes heroicas de cuantos justos han existido en la tierra. Míranos, vivos y difuntos, con compasión, y haz que celebremos un día tus misericordias en el eterno descanso de la gloria. Amén.

CONSIDERACIONES PARA EL DÍA OCTAVO

Otra pena, en extremo amarga para aquellas benditas almas, es el pensar que durante su vida usó Dios con ellas de muchas misericordias especiales que no tuvo con los demás, y ellas con sus pecados le obligaron a que las condenara, aunque después por su misericordia las haya perdonado y salvado, viéndolas arrepentidas.
Mírame aquí, ¡oh Dios mío! Yo soy uno de aquellos ingratos que después de haber recibido de Ti tantas gracias, he despreciado tu amor y te he obligado a condenarme. Gracias te doy por la misericordia y paciencia que has tenido en esperarme, me arrepiento con toda mi alma de haberte ofendido, y propongo la enmienda con tu gracia. Ten piedad de mí y de aquellas benditas almas que habiendo podido llegar a un alto grado de perfección en la tierra, merecen ahora estar más tiempo en el Purgatorio por sus continuas infidelidades a los llamamientos de tu gracia.
Y Tú, Virgen fidelísima, interpone tus méritos en su favor.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria
 

Se pide interiormente a Cristo crucificado lo que desea conseguir por medio de esta novena para sufragio de las almas del Purgatorio. 

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

Oh María, Madre de misericordia: acuérdate de los hijos que tienes en el purgatorio y, presentando nuestros sufragios y tus méritos a tu Hijo, intercede para que les perdone sus deudas y los saque de aquellas tinieblas a la admirable luz de su gloria, donde gocen de tu vista dulcísima y de la de tu Hijo bendito.
Oh glorioso Patriarca San José, intercede juntamente con tu Esposa ante tu Hijo por las almas del purgatorio. Amén.

Dales, Señor el descanso eterno, y brille para ellas la Luz que no tiene fin.

Que descansen en paz. Amén.

Que las almas de todos los fieles difuntos, por la misericordia de Dios descansen en paz. Amén.

Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.

San José, ruega por nosotros.

Santos Ampliado, Urbano y Narciso

Santos Ampliado, Urbano y Narciso

San Ampliado

Ampliado fue uno de los discípulos de San Pablo y es mencionado en la Epístola a los Romanos (Rom. 16, 8). San Pablo se refiere a él como “mi amado en el Señor,” una muestra de la estima que le tenía, así como de su cercanía en la misión de difundir el Evangelio. Aunque se conoce poco sobre su vida y actividad específica, las tradiciones antiguas mencionan que fue obispo de la Iglesia primitiva en la región de los Balcanes, en la ciudad de Varna (la actual Bulgaria). Según la tradición, sufrió el martirio por su fe, y desde entonces es recordado por su entrega y fidelidad a Cristo. Su nombre en el Martirologio Romano da testimonio de su consagración al servicio de la Iglesia en los primeros tiempos del cristianismo.

San Urbano

San Urbano también fue discípulo de los apóstoles, y, al igual que Ampliado, es mencionado en la Epístola a los Romanos (Rom. 16, 9), donde San Pablo le llama “colaborador en Cristo.” Esta breve referencia permite vislumbrar su labor apostólica, posiblemente junto a San Pablo, extendiendo la fe entre las primeras comunidades cristianas. Según tradiciones hagiográficas, fue obispo en Macedonia y, como muchos de los primeros discípulos, enfrentó la persecución y murió mártir. Su ejemplo inspira por su fidelidad a la misión apostólica y su sacrificio en defensa de la fe.

San Narciso

San Narciso también aparece mencionado en la Epístola a los Romanos (Rom. 16, 11). Aunque la información sobre él es escasa y su historia se mezcla con la tradición oral, se le reconoce como un cristiano ejemplar en Roma, miembro de la comunidad cristiana primitiva y, según algunas fuentes, víctima de las persecuciones. San Narciso representa a aquellos cristianos que, sin ser parte de los círculos apostólicos principales, entregaron su vida por Cristo y perseveraron en su testimonio hasta el final.

Estos tres santos muestran la dedicación y la valentía de los primeros cristianos, quienes, a pesar de la persecución, mantuvieron su fe y ayudaron a cimentar las bases de la Iglesia. La memoria de Ampliado, Urbano y Narciso en el Martirologio Romano es un reconocimiento a su vida y testimonio, así como una inspiración para la fidelidad cristiana en todas las épocas.